A pocos meses de cumplirse un año desde mi desaparición del blog regreso con una reseña de una novela que no me ha entusiasmado precisamente.
Leer he leído bastante y tendría para rellenar el blog durante bastante tiempo pero, como siempre, las ganas de escribir no van unidas a las de leer. Imagino que, con razón, tampoco quedarán demasiados lectores por este blog.
Hace unas semanas desde Babelio me llegó el aviso de una nueva convocatoria de Masa Crítica. Como hacía tiempo que no ocurría decidí probar suerte. Ya quedaban pocos libros para elegir pero me decidí por uno de Javier Marías ya que es un autor al que he querido darle una oportunidad desde hace bastante tiempo.
No sé bien que pensaba encontrarme pero desde luego no lo que ha resultado ser. Entiendo que muchas veces tenemos introducciones largas en algunas obras de gran calado pero no esperaba tantísimas páginas antes de comenzar la novela en serio. A la introducción debemos sumarle un "El autor y su obra", "Negra espalda del tiempo, la paradoja de la escritura" y una Bibliografía. Finalmente lo que es la novela comienza en la página 115. Ya sólo esto me resultó terriblemente aburrido y sólo era una pincelada de lo que vendría después.
Este libro se presentó en 1998 y era la obra más ambiciosa del autor. Es de difícil catalogación ya que, según Marías, no entra en novela, ni memorias ni biografías. A mi personalmente me ha parecido una autobiografía, sin duda. Y por desgracia debo decir que no me ha gustado nada.
¿Qué me ha pasado con este libro?
En primer lugar creo que se engaña un poco a lector vendiéndolo como algo que no es. Con Negra espalda del tiempo no vamos a encontrar una novela, vamos a encontrarnos una menjunje extraño, una mezcla de géneros que no he terminado de entender.
En el mismo libro se comenta que fue escrito con la idea de despejar todas las dudas suscitadas en su anterior novela Todas las almas. No sólo hace alusión a esta novela durante el libro, también a otras más por lo que si no se ha leído más obras del autor, como en mi caso, no se entiende absolutamente nada.
El autor divaga continuamente entre alusiones, como he dicho, tanto a novelas suyas como de otros autores. Camina entre la realidad y la ficción liando al lector. Ha llegado un punto que he sentido que estaba pasando páginas sin entender nada de nada. Mucho dato que no aportaba nada, a no ser que, como he dicho, estemos hablando de una autobiografía. Y por desgracia ese género no entra entre mis favoritos.
A mi personalmente me ha resultado un libro denso, pesado, enrevesado. Desde luego no es un autor que me haya sorprendido ni alentado a seguir leyendo su obra. Tras su lectura he buscado información sobre alguna de sus obras y parece que el estilo de Marías es así, poco claro, muy enrevesado. De momento no creo que le de una segunda oportunidad.
Hola!!
ResponderEliminarNunca hay que mantener un blog por obligación. en parte me pasa un poco como a ti. Mis ganas de leer no igualan mis ganas de reseñar (algo que, admito, me da algo de pereza). Lo soluciono no reseñando todo lo que leo, sino solo lo que me apetece y lo que sea suficiente para mantener el blog vivo (me niego a dejarlo) con lo cual publico solo una reseña a la semana y con eso estoy contenta.
Una pena que el libro no te haya convencido. me pasa muy/demasiado a menudo, pero leer es una aventura y no siempre aciertas ;)
Un besote
Uf, no me llama nada la atención. Gracias por la reseña tan clara y sincera. :)
ResponderEliminarYo te tengo guardada como blog de libros, así que cuando escribas me pasaré por aquí. Eso sí, hazlo cuando te apetezca y con las lecturas que te apetezcan. Por ese momento de pereza hemos pasado todos (varias veces) así que te entendemos perfectamente.
Besos!
Este es uno de los blogs que miro de vez en cuando, a ver si hay algo nuevo, y mira, después de tantísimo tiempo, te has animado a comentar algo.
ResponderEliminarLo del bloguerío es una cosa para hacer porque a uno le apetece, no por obligación. Vamos, así lo entiendo yo.
Total, que cuando quieras comentar algo, pues aquí estaremos tus lectoras.
Al tema. De Javier Marías he leído una novela, pero no sé si fue esta u otra, hace años. No recuerdo nada, salvo la impresión de «¿Pero esto qué es...?, ¿dónde está la cámara oculta?».
Así que te entiendo perfectamente. Tú lo expresas muy bien, «denso, pesado, enrevesado». Lo intenté después de leer sus columnas periodísticas («El País Semanal», hace muchísimos años), y quería que me gustase, pero fue que no.