Las ranas también se enamoran…. Y, en este caso, los chicharreros también.

 

Título: Las ranas también se enamoran.

Autora: Megan Maxwell.

Género: Romántica Chick-lit.
PVP: 15,90 €.
Páginas: 384.
Formato: 13,5 x 23 cm.

Encuadernación: rústica solapas.
ISBN: 978-84-92929-46-7.

"Las ranas y los sapos no viven sólo en los charcos. Te recomiendo que tengas cuidado, porque todas las ranas no se convierten en príncipes, condes…"

 

 

Megan Maxwell está considerada la reina del “chick-lit ibérico”, y no es para menos, sus protagonistas muestran todo encanto y pasión de la mujer española del siglo XXI. Sus heroínas no son “damiselas en apuros”. Son guerreras, independientes, fuertes y soñadoras, quizás en ocasiones algo “brutas”, como la misma autora las describe, pero sobre todo son el fiel reflejo de las jóvenes de hoy en día.

Su última obra “Las ranas también se enamoran”, cuenta la historia de Marta, una madre soltera, muy independiente, que trabaja en un taller de moda, conduce una moto, y que no ha tenido muy buena suerte con los hombres. Lo último que busca después de su último fracaso amoroso es otra relación, pero quizás cambie de opinión al conocer al estirado, pero guapo,  conde, Philip Martínez.

 

Las presentaciones de libros no ocurren todos los días en nuestra tierra, mucho menos cuando el autor no reside en canarias. Me considero una privilegiada al haber podido asistir ayer a la presentación de “Las Ranas” en La Isla Libros; por haber podido hablar e intercambiar opiniones con mis “amigos lectores”, de mi género favorito, que no es otro que la novela romántica; y por haber conocido a una persona tan maravillosa como Megan Maxwell.

Cuando Megan llegó, corriendo y sonriente, me pareció tan cercana, y real. Tan similar a la famosa “Marta Rodríguez”, y la imagen de ella que yo me había creado en mi cabeza, que me sentí extrañada de que no nos saludase con un: “Hola merluzas, ¿Alguna me trae un rebujito?”.

Ayer  además de asistir a una presentación literaria, se nos brindó la posibilidad de escuchar el dialogo entre dos compañeros de profesión, donde, como amigos que son, nuestro paisano y escritor Enrique Reyes, intercambió con Megan Maxwell reflexiones y secretos propios de su gremio: la incapacidad de desconectar, ya estuviesen dormidos o despiertos, mientras desarrollan una trama; o bien la fuerza que tienen los personajes de una novela,  siendo ellos los que manejan los hilos de una historia, no así el autor. 

Uno de los puntos más destacables de la presentación fue la actitud de Megan, y su forma de realizarla. En todo momento la autora insistió en que formulásemos preguntas o dudas. Debatimos sobre la novela romántica en el ámbito general, sobre por qué aún está mal mirada en algunos sectores, o sobre las horribles portadas que las adornan muchas veces (Incluso Fabio salió a colación). No monopolizo la palabra, es más compartió de buen grado su “momento” con Enrique Reyes, y repito, resultó muy enriquecedor.

Sólo puedo arrepentirme de la falta de difusión que tuvo esta presentación en nuestra tierra. No es fácil para un autor coger un avión y venir a Tenerife, recorrer más de mil kilómetros, y encontrarte con cinco gatos y aún así mantener una sonrisa. En ese aspecto sí, “estamos atrasaos”, como decimos siempre.

Sí algo saqué en claro ayer por la noche fue que Megan Maxwell es una mujer simpática, divertida, sencilla y emprendedora, como cada una de las protagonistas de sus novelas, y que se ha ganado el corazón de estas “chicharreras” para siempre.

*Gracias a Nami de "Hacia nunca jamás" por las fotos.