Los sabores perdidos, Raquel Martos
Ediciones B / 09 - 2019 / 496 Páginas
19.90 €
La comida es parte
fundamental de nuestra vida. Es momento de compartir con familia, pareja,
amigos…Podemos asociar algunos platos con momentos buenos o malos de nuestra
vida. Alguna vez te has parado a pensar, si alguien te preguntara por un plato
que despertara alguna emoción en ti, que te transportara al pasado, a un
momento especial, ¿cuál sería?
Esta es, más o
menos, la idea de la que parte Los sabores perdidos. Sacar nuestras emociones,
evocar nuestros recuerdos mediante algún plato.
Mayte es una
mujer que ha decidido abandonar la capital para comprar una villa en las
afueras y vivir tranquila. Se le ha ocurrido la idea de montar un curso de
Cocina Emocional y en este primer intento cuenta con siete alumnos.
Lo que pretende
Mayte es que esas siete personas expongan el plato que quieren cocinar, debe
ser una comida que les transmita o despierte algún sentimiento. Quiere que
expliquen por qué y de esta manera se abran al grupo.
En el grupo, como
en casi cualquier circunstancia de la vida, hay personas que desde el primer
momento no se llevan bien. Esto ocasiona
algún que otro momento tenso durante la novela, así como también tenemos al
típico listillo que enmascara sus inseguridades y sentimientos bajo el humor, a
veces de mal gusto.
No quiero
desvelar las personalidades ni los motivos de cada personaje, pero si, al
menos, que los conozcan brevemente.
Por un lado
tenemos a Loreto, es una empresaria de éxito que ve la comida como un mero
trámite. No le apasiona ni despierta sentimientos en ella, durante la novela se
abrirá y se entenderá un poco más el porqué de su apariencia tan fría y dura.
Mikele y Luz, una
pareja de enamorados. El es el típico listillo sin apenas gracia, protagonista
de alguno de los momentos tensos de la historia. Pero la verdad es que cuando
se abre a los demás su historia emociona. Luz por su parte intenta
continuamente rebajar la exaltación de su pareja y frenar sus bromas. Tiene una
historia muy dulce detrás.
Amina, una mujer árabe
afincada en Madrid. Lo que desea mediante la comida es rendir homenaje a su
abuela. Su historia es de superación y valentía sin olvidar sus raíces.
Rafa, un andaluz
dulce y entrañable que lleva un gran peso sobre sus hombros. La historia de su
plato y de su vida quizás es de las más emotivas.
Elvira, con su
historia arranca la novela. Emocionante y triste sin duda. Es la tímida y
extrovertida del grupo, le cuesta muchísimo abrirse a los demás.
Y por último
Arturo. Un jubilado entrañable y simpático, se puede decir que es la sensatez
del grupo, el que no pierde el tiempo en trifulcas absurdas y quiere aprender,
aprender y sobre todo dar una lección de vida a sus compañeros.
Aunque no es
alumna si no profesora no puedo dejar de lado a Mayte. Un personaje que para
nada es lo que parece. Lleva un gran peso sobre sus hombros, un peso que irá
desvelando a medida que transcurra la novela. Arturo será su gran apoyo y al
final la Cocina Emocional será más un bálsamo, una terapia para ella que
pretendía ayudar a los demás.
Para algunos de estos personajes evocar sus platos les recuerda a personas o momentos felices que desearían volver a vivir, para otro sin embargo les recuerda momentos tristes, malos o perdidas demasiado fuertes que han marcado su vida para siempre y no los deja avanzar.
La historia va
transcurriendo de manera sencilla y pausada a medida que le va tocando el turno
a cada personaje y a su plato. Como curiosidad decir que se tiene la receta de
cada uno de los platos cuando van a cocinarlos en el curso, así como una breve
historia de su procedencia. Al final de la novela también la autora nos deja
varias recetas, que como bien dice la portada son obras de la Cheff Gabriela
Tassile.
En general Los
sabores perdidos me ha parecido una novela sencilla, entretenida y entrañable.
Se lee muy rápido y creo que, en mayor o menos medida, todos podemos sentirnos
identificados. La única pega que le podría poner es que es muy predecible y
quizás eso le resta algunos puntos, ya que no he encontrado emoción por alguna
sorpresa durante la historia.
Los sabores perdidos es una excelente novela para aquellos que disfrutamos cocinando, que buscamos continuamente recetas nuevas y experimentamos en la cocina. Para aquellos que, como yo, tenemos muy claro cuáles son los platos que nos transportan a un momento feliz de la infancia, que ligamos a alguna persona de nuestra vida y que, aunque ya no estén, permanecerán en nuestro recuerdo y nuestro corazón para siempre.
Me parece una historia de lo más original y creo que se puede sacar mucho mensaje de esas páginas. ¡Me lo apunto! Muchísimas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
No termina de llamarme esta vez, así que prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminarBesotes!!!
La temática no me encaja, aunque sí me gusta el rollito que tiene la novela.
ResponderEliminarNo me animo.
Besos.