Autora:
Constance de Salm.
ISBN:
978-84-96601-70-3.
Número de páginas: 176 páginas.
PVP con IVA: 11 €.
Fecha de publicación: Julio de 2011.
Número de páginas: 176 páginas.
PVP con IVA: 11 €.
Fecha de publicación: Julio de 2011.
Hace
un par de semanas, en una de mis asiduas visitas al blog From Isi,
encontraba la reseña de esta extraña novela epistolar, cuyo título
sugerente: “Veinticuatro horas en la vida de una mujer sensible”,
me atrajo de inmediato, igual que el canto de una sirena. Sé que de
no haber leído esta crítica nunca me hubiese llamado la atención
esta pequeñísima novela, con borde negro y portada clásica, con
apariencia formal y sosa. Sin embargo, sus páginas nos mostraran
todo el fulgor y pasión de una mujer enamorada, encerrada en una
cultura antigua, pero donde descubriremos que en cuestión de
sentimientos las mujeres seguimos siendo las mismas que antaño.
Página a página, o en realidad, carta a carta, iremos conociendo los diferentes sentimientos que alberga una dama de alta alcurnia, nuestra protagonista y narradora, después de observar como su amante abandonaba la Ópera con una mujer. Solos. En un pequeño y estrecho carruaje, donde sus codos y muslos se rozaran irremediablemente.
La
imaginación de nuestra heroína se desbordará, y los celos se
erigirán en su interior. Primero sentirá rabia y desasosiego e
inquirirá a su amante una explicación; posteriormente se sentirá
culpable por haber dudado de su amor, para en pocas horas volver a la
carga y arrojar todo tipo de reproches y dardos envenenados a aquel
que ama y que tanto la está haciendo sufrir esa noche. Pasará de la
ira a la calma, en cuestión de minutos,... segundos. El reloj se
detendrá, y en su mente disparatadas ideas cobraran vida, aunque
hasta el final no sepamos qué está sucediendo en realidad.
¿Serías
capaz de escribir cuarenta y seis cartas en un solo día?
Quise
darle respuesta a mi propia pregunta, y, mientras hurgaba en los
cajones de mi escritorio, me di cuenta de que las costumbres en el
siglo XVIII eran completamente diferentes a las nuestras hoy en día.
La pluma, el pergamino y el lacre hacía mucho tiempo que habían
quedado en el olvido, así como la figura del mensajero o el papel
perfumado. En nuestro tiempo, hasta la imagen del cartero está
comenzando a quedarse desfasada. Pero en cuestión de sentimientos,
no hemos evolucionado nada, y una mujer celosa, sensible, sigue
siendo igual ahora que hace doscientos años.
Cuarenta
y seis cartas quizás parezcan un exceso, pero ¿Cuántas veces hemos
visto cincuenta tweets de amor desesperado? ¿Cuántos
mensajes de facebook, de novios despechados, suplicando un poco de amor? O ¿Cuántas
amigas nuestras han acribillado a sms o emails a su pareja a causa de
los celos?
Constance
de Salm, publicó en el año 1824 una novela sensible y perfecta. Un
estudio intenso y exhaustivo del comportamiento femenino, de sus
sentimientos y sobre todo de los celos, que doscientos años más
tarde sigue consiguiendo que nos riamos con la protagonista, la
comprendamos y aún más importante, nos sigamos sintiendo
identificadas.
¿Qué corazón latiría contra el mío? ¿Qué mano apretará la mía? ¿De qué mirada veré escaparse esos destellos encendidos que, parecidos a emanaciones de la Divinidad, provocaban en mi alma miles de arrebatos de alegría y de amor?