7 de mayo de 2010

Las mil y una noches

Estoy cansada, agotada después de una dura jornada laboral, y tal y como le sucede al Sultán Sharayar, yo necesito escuchar, leer, una historia antes de acostarme.



No sabía muy bien que colgar esta noche, ya que todavía no he terminado con Faery, y todavía no tengo muy claro los derroteros que tomará mi crítica, cuándo me he encontrado una noticia que me ha llamado la atención.


Aladino y la lámpara maravillosa, Simbad el marino y Alí Babá y los cuarenta ladrones; eran tres de los cuentos que conformaban "Las mil y una noches".



Sherezade, la hija del visir se ofreció como prometida al Sultán Shahriar, a fin de redimir su violenta conducta.



El Sultán después de haber sufrido la traición de su mujer, la asesina. Después de ese incidente, todas y cada una de las noches solicitaba una nueva mujer, para después matarla al amanecer. Sherezade horrorizada por la consulta del Sultán, se convierte en su esposa, y comienza con sus "cuentos".



Cada noche le cuenta un cuento al sultán, dejándolo a la mitad, y prometiéndole proseguir con su relato a la mañana siguiente; así poco a poco se gana el favor del Sultán y serán felices después de mil y una noches.



Hasta aquí nada que no sepamos, nada nuevo, el recordatorio de una gran obra, pero eso no es lo que me ha llamado la atención, ha sido este titular:



Los famosos cuentos árabes de "Las mil y una noches" ofenden la "decencia pública" de algunos egipcios modernos, que piden la prohibición del libro ante el estupor de intelectuales y defensores de la libertad de expresión.



"Me sorprendieron las frases ofensivas que contiene el libro", señaló Ayman Abdul Hakim, portavoz del grupo de abogados que ha presentado una denuncia ante el Fiscal General de Egipto para pedir la prohibición total de la célebre recopilación de cuentos árabes, reeditada recientemente en el país árabe.

Estas historias, entrelazadas por las mil y una noches que Sherezade pasa junto al sultán Sharayar, son las últimas víctimas de la ley de "hisba", un antiguo reglamento islámico que permite a cualquier persona acusar a otra si considera que sus actos pueden ser perniciosos para la sociedad.



En este caso, los demandados son los editores que desempolvaron y reeditaron "Las mil y una noches" ("Alfe Leila wa Leila", en árabe), cuya compilación moderna se produjo precisamente en El Cairo en 1835. "Es un hecho muy peligroso para la libertad de expresión en Egipto y puede sembrar el miedo entre escritores y editores", advierte a el director de la Red Árabe para la Información sobre los Derechos Humanos, Gamal Eid.



El libro, según Eid, ya fue confiscado por las autoridades egipcias en la década de 1980 pero un tribunal decidió finalmente permitir su publicación. "Quien intenta prohibir este libro es un enfermo y un estúpido", agrega. Para la profesora de Literatura y Civilización Árabe de la Universidad Americana de El Cairo Monan Mijail, la posibilidad de censurar "una obra maestra de la literatura islámica y árabe" evidencia el "retroceso" de una sociedad y "alimenta el fanatismo".


"Siento decirlo pero en Egipto hay una crisis en la defensa de la libertad de expresión, y la razón es que el Gobierno no defiende la cultura y no protege a los intelectuales y periodistas", denuncia Eid. Mijail también coincide en que el Gobierno no "condenó esta petición, algo que sí hicieron conocidos escritores" y recomienda que se "ignore al ignorante" y se elabore una nueva ley "para que los tribunales no pierdan el tiempo en pleitos inútiles". "Estos incidentes están aumentando espectacularmente en los últimos años, pues sólo en 2007 hubo 700 casos", señala Eid.«Las mil y una noches» está formado por tres grupos de relatos de origen indo-persa, iraquí y egipcio, con influencias de «La Odisea» de HomeroUna lectura que debería ser obligatoria
En un país con casi 17 millones de analfabetos, Mijail apunta que "millones de egipcios lo han leído de alguna u otra forma, a través de historias infantiles y radionovelas". "Los egipcios deben leer este libro, pues es patrimonio de la humanidad y debemos rechazar su caducidad", recuerda Eid, que leyó la recopilación de cuentos a los 22 años y que, animado por la polémica suscitada, está decidido a releerlo.

A juicio de este abogado y activista de los derechos humanos, existen varias maneras de detener el creciente número de "hisba" en distintas esferas como "la legal, la política o la cultural", "y un gobierno podría jugar un papel importante pero no el actual", sentencia Eid. "El gobierno podría modificar la ley e imponer una multa a quienes avivan estas cuestiones y tratan de retroceder en los avances en la libertad de expresión", añade.

"Las mil y una noches" está formado por tres grupos de relatos de origen indo-persa, iraquí y egipcio, con influencias de "La Odisea" de Homero, la literatura alejandrina y las novelas bizantinas. En sus páginas se alternan una gran variedad de géneros como historias de amor, cuentos, fábulas de animales, textos eróticos, literatura de viajes, novela de caballería y relatos morales, entre otros muchos.



Si bien es verdad que el texto contiene algunos pasajes eróticos, es una joya literaria innegable, y es imposible pensar que unos cuentos con los que hemos crecido miles de niños sean censurados.



Por la libertad de expresión.



Bea, pasajes-románticos.

*Info extraída de ABC.

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