A la edad de treinta y seis años, y a punto de acabar una década en la residencia para obtener un puesto fijo como neurocirujano, a Paul Kalanithi se le diagnosticó un cáncer de pulmón en estadio IV. Pasó de ser un doctor que trataba casos terminales a ser un paciente que luchaba por vivir.
Seix Barral, 2016 / 218Pág. / 18€
Tras más de diez años trabajando sin descanso Paul
Kalanithi está a punto de ver como su sueño se hace realidad: conseguir la
residencia y obtener un puesto fijo como neurocirujano. Pero de pronto todo se
tuerce.
La novela es narrada en primera persona por el propio
Paul, por si no lo sabéis es autobiográfica. Comienza contándonos como es un día
normal en su vida como neurocirujano, los casos que trata, la vida tan
estresante que lleva. Tras eso pasa a relatarnos los primeros síntomas, cómo
día tras día se va dando cuenta que algo no está funcionando como debería en su
cuerpo.
Lo más sorprendente para mí ha sido cuando ha contado
que tanto él como su mujer, también médico, se habían dado cuenta de todos esos
síntomas: cansancio, pérdida de peso y apetito, desde un año atrás. Todo
sabemos ese refrán de “en casa de herrero, cuchillo de palo” pero siempre he
tenido la sensación que siendo médico sabrías detectar las señales antes que
los demás y por tanto actuar en consecuencia, ponerte en tratamiento desde el
minuto uno. Paul tarda más de un año en hacerse las pruebas y, obviamente, ya
es tarde: tiene cáncer de pulmón en estadio IV.
Tras esta primera toma de contacto Paul nos traslada
a su infancia, a su juventud. Las anécdotas con su familia y amigos, el momento en el que se dio cuenta que su
sueño era la medicina, las clases en la universidad….su romance con Lucy, ahora
su esposa y muchas cosas más. Con esto creo que nos intenta mostrar como una
vida feliz y plena puede torcerse en cualquier momento.
Tras esto volvemos a la “actualidad” y con ello a su
cáncer. Enfrentarse a ello, pasar de ser médico a paciente y sobre todo lo
difícil que esto es cuando eres consciente de todo lo que conlleva un cáncer,
de los tratamientos, efectos secundarios y posibilidades de supervivencia. Paul
sufre en sus propias carnes todo aquello que durante años han pasado sus
pacientes. Ahora él es el receptor de las noticias.
Probablemente hoy en día todos tengamos un familiar
más o menos cercano que haya pasado por esta enfermedad. Yo he tenido varios,
algunos han logrado ganar la batalla, otros no y otros están en ellos. Leer esta
novela ha sido dura pero he aprendido mucho de ella. La lucha incansable de
estos guerreros por salir de una terrible enfermedad que no les da tregua. Como
Paul se enfrenta a la muerte pero sobre todo a la vida, como repite
continuamente “No puedo seguir, seguiré”.
Intenta seguir su vida normal, su empleo como médico, su matrimonio, su
familia…
Recuerda que vas a morir, vive es una historia
terriblemente dura pero nos envía un mensaje muy claro: todos tenemos un final.
Puede ser una enfermedad, un accidente o vejez,
lo más importante es vivir plenamente e intentar de una u otra manera
dejar huella en los que se quedan.
Vivir plenamente, cuidando y disfrutando de los tuyos. Ays, maldita enfermedad... No sé si leeré este libro, la verdad. Si cae en mi camino, puede. Pero ahora mismo no es el tipo de lectura que busco.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es una novela dura, no creo que mucha gente se anime a leerla más que nada porque todos conocemos a alguien que esta padeciendo esta terrible enfermedad.
EliminarUn beso
El mensaje me parece muy positivo, por desgracia, tengo un familiar que lo está poniendo en práctica por la misma razón que el protagonista así que no creo que un libro tan duro me apetezca en estos momentos.
ResponderEliminarYo también tengo un familiar que ahora mismo está pasando por la misma situación. Es duro leer la novela pero al mismo tiempo aprendes cosas.
EliminarUn beso