Pulsión, Gail McHugh

Recién graduada de la universidad y tratando de hacer frente a la muerte de su madre, Emily Cooper se traslada a la ciudad de Nueva York para un nuevo comienzo. Su novio, Dillon Parker se encarga de Emily, sabiendo que no puede vivir sin ella a su lado. Dillon es dulce, reflexivo, todo lo que Emily siempre ha deseado en un hombre. Hasta que conoce a Gavin Blake, un playvoy rico y famoso, peligrosamente sexy y encantador como el infierno. Emily trata de negar la conexión instantánea que siente. Para recuperarse de su doloroso pasado, Gavin no se detendrá ante nada para terminar conquistando a Emily. 

Terciopelo 10/03/2013         /       420Pág.           /        17.90€Serie: 1º Pulsión

Primera novela de una nueva serie, Pulsión. La historia comencé a leerla sin saber nada, ni de ella ni de su autora y lo cierto es que el resultado no ha sido demasiado bueno. 
De entrada el argumento no es nada original, quizás en los últimos años he leído tantas novelas con el mismo argumento que se entremezclan en mi mente. Esto tampoco es algo negativo ya que en la romántica histórica, mi favorita, prácticamente todas las novelas tienen el mismo hilo argumental y es entonces cuando juega un papel importante la forma de narrar y llevar la historia. Si algo toca destacar de esta, en un primer momento, es que la protagonista tiene pareja. 

Emily acaba de graduarse en la universidad y se muda a Nueva York para vivir con el que es su pareja, Dillon. Para Emily todo es nuevo, está dando un gran paso pero tras la muerte de su madre no le queda nada más en su vida. La relación con Dillon marcha bien, es el hombre de su vida, o eso cree. Y es entonces cuando aparece Gavin Blake. Y si, es un hombre sumamente atractivo, empresario de éxito y con un pasado con luces y sombras.

No me suelo sentir cómoda con la romántica erótica, la que se ha lanzado los últimos años tras Grey, por dos razones: protagonistas sumisas y sin carácter, protagonistas manipuladores, acosadores...En esta novela se cumple una de las reglas pero no es la que yo esperaba. Gavin como protagonista es una maravilla, no tiene nada que ver a lo que he leído anteriormente y es sin duda quien ha salvado la historia de un estropicio completo. Gavin es un hombre seguro de sí mismo pero no se considera irresistible, no alardea de su dinero y sobre todo no trata a Emily como un ser inferior. Gradualmente se va enamorando de ella e intenta que entienda que su relación con Dillon no va a ningún lado. Se atraen y se aman, ¿por qué no disfrutarlo?

Queda claro entonces que quien ha fallado es Emily, y de qué manera. Emily es la típica protagonista inmadura, sumisa, totalmente manipulable e ingenua. Tiene idealizado a Dillon, ese hombre que la ayudo en los momentos más difíciles de su vida, ese hombre que la ha llevado a Nueva York y cuida de ella...y por lo tanto permite todo. Dillon se va descubriendo poco a poco, es un hombre egoísta, manipulador, desleal, traidor, posesivo...y no sigo porque la lista es interminable. A Emily le hace mil y una perrerías, todas ellas evidentes y esta lo cree y perdona todo. Como se dice si me traicionas una vez es culpa tuya si me traicionas dos es mía,pues imaginad eso multiplicado por veinte. Emily acepta todo sin rechistar, parece una víctima del síndrome de estocolmo, considera que debe estar toda la vida con él, a cualquier precio, simplemente porque él se comporto como lo que era, su novio, apoyándola en un momento difícil. 

Por suerte hay algunos personajes que intentan poner cordura y sobre todo que Emily abra los ojos. Gavin, evidentemente, y la amiga y compañera de piso de Emily. La novela se lee rápido pero el personaje femenino me ha estropeado totalmente una historia que pintaba diferente. Las estupideces, y si, es así, de Emily terminaron por cansarme, llegó un punto en el que hasta me daba asco leer lo que estaba pasando y sobre todo que una mujer adulta, con estudios y moderna fuese así. No entiendo la manía de las autoras de novela, sobre todo de erótica,  de ponernos a las mujeres como seres sin personalidad ni raciocinio. Mujeres manipulables y débiles que necesitamos que un hombre nos cuiden para siempre. ¿ Es un reflejo de sí mismas? me gustaría saberlo algún día...

¿Leeré la segunda parte? Posiblemente.  Quiero, espero y deseo que Emily avance, que madure, que se de cuenta de las cosas que estaba permitiendo en una historia idealizada en su mente. Que acepte a Gavin y comiencen una relación. Si veo que la autora siguen en la misma línea tengo claro que abandonaré la serie. 

Me imagino que no os he dejado con ganas de leerla pero, como siempre, hay gustos para todo. He leído varias reseñas positivas así que a quien le guste la erótica creo que podría darle una oportunidad.