Matrimonio por contrato, Jennifer Probst

El billonario Nick Ryan no cree en el matrimonio y considera que eso del amor eterno es cosa de los cuentos de hadas. Sus actos se han regido siempre por la lógica y la razón. Como ahora necesita casarse para obtener el control de sus negocios, plantea un pacto con unas reglas básicas: no enamorarse, evitar cualquier implicación emocional y mantener una relación puramente formal.
Alexa, la mejor amiga de su hermana, es ese tipo de chica impulsiva e idealista capaz de llevar a cabo un conjuro para conseguir a un hombre. Pero también haría lo que fuera por sus padres y resulta que ahora necesitan dinero para liquidar la hipoteca de la casa familiar.
Así que ambos llegan a un acuerdo. No debería ser tan difícil cumplir con los requisitos de un matrimonio de conveniencia que solo tiene que durar un año, ¿verdad? Pero una serie de malentendidos, la irrupción del pasado, el destino y la pasión intervendrán para desbaratar los planes de Nick y Alexa.

1º Casarse con un millona

En verano, a la mayoría, el calor nos derrite las neuronas. Las ganas de sentarte delante de un ordenador son nulas y las de aguantar en las manos un armatoste de 900 páginas una tortura. Es por ello que solemos buscar novelas ligeritas, cortas y entretenidas que nos hagan pasar un buen rato. 
En eso andaba yo cuando me percaté de las buenas opiniones que estaba teniendo una novela que a priori no pensaba leer: Matrimonio por contrato. 

Nick es un arquitecto con muchos sueños por cumplir. Para poder hacerlo sólo necesita acceder a la fortuna familia pero esta tiene una única condición: casarse. 
Nick fue un niño criado en una familia desestructurada en la que las infidelidades y divorcios de sus dos progenitores se fueron sucediendo a lo largo de los años. Circunstancias que le enseñaron que la familia es una mera utopía y que crear lazos sólidos con alguien no valía la pena.  
Es por ello que decide poner en marcha un plan: se casará sólo con una mujer por la que no sienta deseo, que esté dispuesta a tener su propia vida y que sea económicamente independiente. 

Alexa necesita desesperadamente una inyección de dinero para ayudar a la familia. El plan de Nick le viene como anillo al dedo salvo por un pequeño problema: Nick y Alexa se conocen desde niños y ella siempre se ha sentido atraída por él. 

El argumento de Matrimonio por contrato es típico y común, podrían contar decenas de novelas basados en los mismos componentes. Es por ello que, en estos casos, lo que marca la diferencias son los protagonistas y por supuesto el estilo de la autora. 

Alexa y Nick son dos personajes muy diferentes. Ella tiene un  lazo con su familia sólido y lleno de afecto, él no mantiene contacto con nadie salvo con su hermana Maggie. Ella es profundamente independiente, temperamental e impulsiva, Nick es controlado, lógico y frío en todo lo que hace. Alexa es corazón; Nick cabeza. 
La relación entre ambos es explosiva desde el primer momento, el continuo choque de personalidades convierten la historia en una sucesión de escenas tiernas, divertidas y llenas de pasión. 

Lo mejor es sin duda es la evolución de Nick como persona. Como gracias a Alexa se va dando cuenta que las acciones de sus padres han repercutido en su vida de una forma muy radical. Poco a poco se enamora y va deseando aquello que siempre ha rechazado: lazos, familia, amor. 

Matrimonio por contrato es la novela perfecta para esta época y para cualquiera del año. Una historia sencilla y entretenida con personajes como mucha chispa y unos secundarios maravillosos. Una historia muy tierna que nos transmite el siempre mensaje esperanzador de las segundas oportunidades. 

* En Noviembre sale la segunda novela de la serie. 

Plaza & Janés, Julio 2014       /        272Pág.           /        15.90€