Los hilos de la memoria, Victoria Hislop

04/2013
504 Pág.
11.95€

En 1917, en la multicultural ciudad portuaria de Tesalónica, un devastador incendio marcará para siempre el destino de un hombre, una mujer, y del país que aman.

Hislop no es una autora desconocida para mí aunque es cierto que esta es su primera novela que leo. 
Recuerdo que hace ya muchos años, una editorial, que ya no existe, publicó La isla, novela que, aunque me de vergüenza aún no he leído. 
Por cierto deciros que será publicada es DeBolsillo el próximo mes de Julio. 

Los hilos de la memoria es una de esas novelas sentimentales que tanto me gustan. De esas historias que entremezclan ficción y realidad, que me trasladan al pasado y me encojen el corazón.

En este caso la autora comienza la novela en el año 2007 en Tesalónica, una de las ciudades más importantes de Grecia. Allí será donde Mitos se sienta interesado por el pasado de sus abuelos.. Un pasado que si bien nunca le han ocultado tampoco se lo han relatado. 

Nos toca entonces retroceder a 1917. A una Tasalónica que vive una tensa calma. Hace cinco años que ha dejado de pertenecer al Imperio Romano para pasar a ser parte de Grecia. Aún así el país está dividido, por un lado los aliados al Rey Constantino y los del liberal Venizelos. Ambos ansiosos por hacerse con el poder. 
La ciudad es, hasta entonces, un refugio multicultural, donde conviven en armonía los católicos con musulmanes y judíos. 

Sin embargo todo cambia cuando, por accidente, la ciudad arde hasta los cimientos. No queda nada de ella. Cientos de personas quedan en la calle, lo pierden todo. Constantino se va del país y la Gran Guerra Mundial que asola fuera de las murallas de Grecia por fin entra en la ciudad. 

Durante los capítulos que narran estos acontecimientos conocemos a algunos personajes que nos acompañan a lo largo de toda la historia. como Konstantinos Komninos y su mujer Olivia. Él es un comerciante de telas muy poderoso y rico. Ella una joven modelo infeliz en su matrimonio y a punto de dar a luz a un niño: Dimitri.

El tiempo pasa implacable a lo largo de los capítulos y pronto nos trasladaremos a Esmirna,Turquía, de la mano del Leónidas, el hermano de Konstantinos. Tras el estallido de la guerra Leónidas se alistó en el ejército griego que pasó a atacar Turquía. Es allí donde el joven salva la vida a una niña pequeña, Katerina a la que mete en uno de los numerosos botes que huyen de la masacre que es la ciudad. 

Katerina y Dmitri serán dos de los grandes protagonistas de esta historia. A pesar de proceder de sitios y de posiciones sociales muy diferentes los hilos del destino harán su trabajo y cruzaran sus caminos. 

Los hilos de la memoria es una novela excepcional. La autora va tejiendo una historia preciosa y muy completa que a su vez contiene decenas de pequeñas tramas. El ancla común siempre será Katerina y su vida desde su más tierna infancia hasta la madurez. 

Con ella conoceremos el terrible sufrimientos de cientos de familias arrancadas de sus raíces, de sus posesiones para ser lanzadas a un bote con destino incierto. A los niños huérfanos, a los padres que ven morir a sus hijos a manos de terribles enfermedades en barcos hacinados que los trasladan a ciudades como Athenas y Tesalónica sin un futuro, ni felicidad, ni sueños.

En esa ciudad será donde se desarrolle la mayor parte de la historia. La autora nos lleva a la calle Irini, ubicada en una de las partes más desfavorecidas de la ciudad pero donde conviven con felicidad católicos con judíos y familias musulmanas. Y es ahí donde veremos el verdadero significado de la amistad, el amor entre vecinos de distintas religiones y costumbres y la solidaridad en mayúsculas. 

Pero también conoceremos lo peor de las personas. Personajes como Konstantinos con su odio constante a todos los que no tienen su posición económica. Con  su rechazo y desapego hacia su mujer y su hijo. 
Buena parte de los comerciantes con poder, de los políticos, de los militares...personas que no dudan en ejercer su fuerza para amilanar a los más pobres. 

Katerina pronto despuntará como una maravillosa costurera. Será contratada por uno de los mejores talleres y será la encargada, entre otros, de tejer y coser valiosos secretos cuando el ejército decida despojarlos hasta de lo más simple: su fe. 

Pero ella no tendrá las cosas fáciles. Tendrá que ver con horror como una y otra vez las decisiones de otras personas truncan sus sueños y el de sus amigos y vecinos más allegados  Vivirá de cerca las injusticias y el dolor, la pérdida y como no, el amor. 

Se que sabéis perfectamente lo que es querer plasmar todo lo que te ha echo vivir una novela y ser incapaz de hacerlo. Así que sólo me queda decir que en  Los hilos de la memoria, me he encontrado con una escritora excepcional, con una narración delicada y llena de detalles. Con una historia muy dura pero plagada de sentimientos, una historia de la que, en mi caso, me ha sido imposible despegarme hasta acabar su última página. 
Una novela llena de personajes entrañables que me han llegado al corazón, situaciones que me han emocionado y una protagonista llena de fuerza y personalidad. 

Para los amantes de la novela sentimental y familiar como yo desde luego Los hilos de la memoria es una lectura imprescindible.