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Terciopelo, 27/4/2017
336Pág.
17.90€
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¿Qué harías si a la persona que más odias se convierte en la única persona en la que no podrías vivir sin ella?
Últimamente me estoy llevando muchas sorpresas, agradables, con libros que en un primer momento consideré eróticos. Cuando me llegó esta, la última novedad de Terciopelo, reconozco que tenia cero ganas de leerla, incluso dejé constancia en Instagram. Pero ayer quería empezar algo ligero y entretenido y El acuerdo me estaba haciendo ojillos desde la estantería, así que decidí darle la oportunidad. Resultado: me lo zampé en un par de horas y lo disfruté mucho.
Richard es, aparentemente, el típico empresario millonario y mujeriego que detesta al resto del mundo. Trata mal a los que no ve como sus iguales y la mayoría de su mal genio lo dispara contra Katharine, su asistente personal.
En las primeras páginas vemos a unos personajes completamente diferentes a los que serán cuando acabemos la historia. Richard es despótico, prepotente y malhumorado. Su única meta en la vida es seguir ascendiendo en su trabajo sin importan a quien se lleve por delante. Ve a su asistente como a una trabajadora perfecta, intachable y eso hace que quiera deshacerse de ella. ¿Por qué? pues porque no puede desatar su furia con ella, aún así le hace la vida imposible.
Katharina por otro lado es aparentemente sumisa. Hace a la perfección todo lo que Richard le ordena, aguanta sus salidas de tono y sus comentarios humillantes. En un principio esta actitud no me gustó, odio a las protagonistas sumisas y apocadas que bajan la cabeza y lloran continuamente.
Pero todo ello cambia cuando Richard decide que quiere irse a trabajar a la competencia. Es una manera de molestar a su actual jefe y de intentar ascender. Solo hay un problema, el dueño de la otra empresa no acepta entre sus trabajadores a mujeriegos y personas con mal carácter. Es una empresa familiar y la fama de Richard le precede. Es imposible que consiga el puesto. A no ser que cree una mentira.
No hace falta que les cuente más para que sepan por donde van los tiros. Richard utiliza su dinero para convencer a Katharina que sea su prometida por un largo periodo de tiempo. A medida que su farsa va avanzando y que se ven obligados a comportarse como una pareja en público ambos irán conociendo como es la otra persona realmente.
Ambos tiene sus fantasmas. Pérdidas en el pasado que les han marcado como son en la actualidad. Corazones rotos que buscan, a su manera la redención. De Katharina se podía vislumbrar desde el comienzo que era una mujer tierna y decidida y eso no cambia a lo largo de la historia, simplemente sabremos su pasado y ese presente que no deja conocer a nadie
Richard por el contrario es el que más avanza, el que más cambia. Cuando sus sentimientos por su falsa prometida crecen y crecen comienza a darse cuenta lo injusto que ha sido con ella y como él, que pensó que jamás se enamoraría, está a los pies de esa mujer que tanto ha detestado.
El acuerdo no es una novela erótica, afortunadamente, es una historia romántica actual maravillosa. La pega, por poner alguna, es que es bastante predecible. No es una historia inolvidable pero si una con la que pasar un muy buen rato y que te deja con un buen sabor de boca.
Una novela donde se refleja como los actos de otros en la niñez marcan el rumbo de las personas y como el deseo de amar y ser amado puede cambiarlo todo.
Para las que tuvieran dudas por mi parte está más que recomendada.
