A pesar de tener un trabajo mal remunerado, un viejo apartamento sin ascensor y una relación de pareja que su familia no aprueba, Adela es feliz. Y también es libre para perseguir su sueño: convertirse en escritora.
De pronto todo empieza a cambiar. El mundo en el que vive se va desintegrando día a día de forma angustiosa, sin que nadie más parezca darse cuenta. Tendrá que luchar por recuperarlo todo, en una carera contrarreloj frente a un enemigo al que siente muy cerca, pero a quien no puede ver…
Pamiés, Febrero 2016 / 256Pág. / 17.95€
Adela trabaja corrigiendo manuscritos mientras intenta su sueño de ser escritora. En los primeros capítulos podemos ver como ese sueño se le está siendo arrebatado. Pero Adela sigue adelante. Está profundamente enamorada de su novio Fran, un hombre al que sus padres no aprueban, Visita regularmente a su abuela en una residencia, y tiene a su mejor amiga que la escucha y la comprende.
En un primer momento todo parece normal, puede ser la historia de cualquier joven de hoy en día que ve como su sueño tarda en cumplirse. Pero poco a poco todo comienza a cambiar. Un día Adela se despierta y su mascota, una iguana, ha desaparecido y lo que es peor, no hay rastro de que jamás haya existido. Su pareja pronto comienza a cambiar, ya no es el hombre que conoció. Los días se suceden sin que se de cuenta y poco a poco todo a su alrededor se va desvaneciendo. La vida que tenía ya no es tal...Su novio jamás lo ha sido, su amiga no la conoce...¿Qué está ocurriendo?
En ese momento comenzamos a ver como la mente de Adela comienza a funcionar a toda mecha. Visita a su abuela, una anciana que tiene brotes psicóticos(eso dice el médico) y que le advierte una y otra vez que tenga cuidado con la mujer que la vigila incesantemente. Para Adela esta sospecha comienza a cobrar sentido a medida que todo su mundo se desintegra.
La historia me ha resultado original pero creo que ha fallado algo en la ejecución. De entrada la autora se lía demasiado, sobre todo en los primer capítulos. No sé como explicarlo para que se entienda pero si, por ejemplo, tiene que hablar de un cuadro que está colgado en la pared de la casa de Adela (un supuesto) ahonda tanto en ello que le otorga demasiados párrafos. Una información poco útil para el desarrollo de la historia y que sólo logra ralentizar su lectura.
La vida de Adela se va entremezclando con algunos capítulos de la novela que lleva años escribiendo, En tierra de nadie, y reconozco que me ha causado un poco de confusión. Desde el momento en el que la vida de Adela comienza a desaparecer tal y como ella la conocía es cierto que, como lectora, he pensado mil cosas. Desde un ente superior que iba a por ella, esa famosa mujer que la persigue para destrozar su vida. Que nada había existido jamás o que Adela se estaba volviendo loca. Y el final... ahí lo tienes todo claro y era lo más evidente pero no has sabido verlo en ningún momento. Esto hay que concedérselo a la autora pues sabe jugar bien con el lector.
¿Me ha gustado? Pues si, como digo es una historia original y entretenida, pese a esos momentos más lentos. No puedo considerarla brillante pues falta un poco más de acción y creo que la ejecución de la trama no está todo lo explotada que debería, pero como siempre es solo una opinión personal. Lo mejor sin duda es que como se juega con el lector, y eso es, al fin y al cabo, lo que persigue este tipo de novelas.
