Rachel tiene veinte años, un novio atractivo y cariñoso, un grupo de amigos maravillosos y todo el futuro por delante. Pero unos días antes de que se marche a la universidad, durante la cena de despedida, ocurre una terrible desgracia.
Cinco años después vive sola en un piso minúsculo de Londres, con un trabajo sin futuro, aislada de todos y con un eterno sentimiento de culpa por aquel trágico suceso que lo alteró todo. Haría lo que fuera por dar marcha atrás al reloj, pero la vida no funciona de esa manera... ¿O tal vez sí?
Cuando regresa a su pueblo por primera vez desde aquella noche, sufre una caída y se golpea la cabeza. Al despertarse en el hospital, todo ha cambiado. Es como si su vida hubiera tomado un rumbo distinto desde el día de la despedida. Está comprometida con un chico fantástico, vive rodeada por su familia y sus amigos, tiene la carrera profesional con la que siempre había soñado, y su mejor amigo sigue a su lado. Pero ¿por qué no consigue deshacerse de esos extraños recuerdos de una existencia muy distinta? Y ¿ya tiene claro quién es el amor de su vida?
Plaza 2015 / 304Pág. / 15.90€
Te haces el propósito de no leer fuera de los pendientes que ya tienes. No mires libros, no te fijes en novedades, no, no...Y por supuesto no le haces ni caso. No pensaba leer esta novela pero finalmente, tras verla en avances editoriales, blogs y librerías, terminé leyendo su argumento y ya no me pude resistir.
Rachel está a punto de ir a la universidad. Tiene una vida perfecta: un padre que la adora, un novio guapo y maravilloso, unos amigos estupendos. Pero en la cena de despedida ocurre una tragedia y su vida cambia para siempre. La historia nos traslada entonces a cinco años después. Rachel se ha mudado a Londres, se ha alejado de todos, no tiene amigos ni estudio la carrera que la apasionaba. Vive sola, sin un futuro prometedor por delante, con el rostro desfigurado y las secuelas del accidente patentes en cada minuto de su vida.
Pero Rachel debe regresar a su pueblo natal para la boda de su mejor amiga Sarah. Cuando llega allí los recuerdos y los reencuentros con sus ex amigos comienza a hacer mella en su salud, pero sobre todo la ausencia. Eso es lo que termina destrozándola. Tras una mala caída Rachel despierta con su mundo totalmente cambiado.
Uno de mis temas favoritos en la literatura, como ya he dicho mil veces, son los que tienen que ver con el tiempo: saltos en el tiempo, amnesia, vidas pasadas...en esta ocasión viviremos algo así. Rachel ha vivido dos vidas sin darse cuenta. Ella como protagonista y nosotros como lectores seremos incapaces de ver qué es lo que está ocurriendo.
Tras el segundo golpe Rachel es consciente que ha vivido, o está viviendo, dos vidas. Una llena de felicidad y otra llena de tragedias. Con la ayuda de su padre y sobre todo de su mejor amigo intentara descubrir qué ha ocurrido.
La otra vida de Rachel nos habla de las relaciones, de lo importante de la toma de decisiones. De los trenes que se dejan escapar por miedo o comodidad. De como un simple acontecimiento puede cambiar radicalmente el giro de nuestras vidas para siempre.
Una novela compleja y maravillosa que me he leído de una sentada, de la cual disfrutaba más a cada capítulo devorado. Una historia dura con un final inesperado que te dejará con el corazón en un puño. Primera novela que leo de la autora - por lo que he investigado sólo tiene tres libros - y espero que se publique pronto el resto de sus historias.
