Autora: Robyn Carr
Editorial: Harlequin- Mira
Fecha de publicación: Enero 2011
Serie: 7º Virgin
River (8º si contamos el relato corto)
Argumento:
Todos esperaban impacientes en Virgin River que el hijo prodigo, Rick Sudder regresara del ejercito. Pero jamás imaginaron que lo iba a hacer de esa manera...
Rick ya no es el joven alegre y soñador que fue alguna vez. Ahora las secuelas de la guerra tanto físicas como mentales han destruido su espíritu. Él no quiere a nadie a su alrededor, ni siquiera a la mujer más importante de su vida: su novia Liz la que intenta alejar por todos los medios.
Todos los habitantes de Virgin River intentan por todos los medios ayudar a este joven al ser al de siempre. Pero hay heridas que deben cicatrizar solas, con la ayuda quizás del amor incondicional de Liz.
Valoración de Dácil:
Ha sido larga la espera pero desde luego ha merecido la pena.
Este mismo mes de Enero se publicaba por fin la séptima u octava entrega, según se mire, de esta maravillosa serie.
Ni que decir tiene que en lo que la tuve en mis manos la devoré sin descanso y el veredicto es el mismo que en las novelas anteriores.
En Paraíso soñado nos vamos a encontrar con cuatro historias de amor en un solo libro.
Podemos decir que la principal "supuestamente"es la de Rick con Liz, una historia dura, triste, muy emotiva que en ocasiones. Pero por supuesto tiene su parte apasionada llena de amor y apoyo.
Peroooo que a causa de las otras tres queda un poco en segundo plano, lo que para mí ha sido todo un error.
También tendremos el cierre de historias comenzadas en los libros anteriores como puede ser la de Cameron con Abby o Stuart con Marion.
Por fin volveremos a encontrarnos con un personaje que llamó mucho la atención anteriormente y es Dan Brady, ese hombre "non grato" en Virgin River pero que vuelve para expiar culpas, construir un hogar y aunque no lo sepa para encontrar el amor.
Lo mejor de Robyn Carr es que en este último libro no se ha olvidado de ninguno de los integrantes de Virgin River y he podido reencontrarme con mis personajes favoritos, sobre todo Mel y Jack, para que negarlo :)
¿Lo peor? Carr no debería haber escrito jamás 4 historias en una, porque al final pasa lo que pasa, que no se centra en ninguna y todas son secundarias.
De todas maneras a mi me ha encantado y lo recomiendo como todos los demás.
Valoración de Bea:
Desde que nos adentramos en el
paraíso de Virgin River, Rick fue nuestro niño mimado. Un adolescente al que
vimos crecer, convertirse en hombre, y al que intentamos salvaguardar bajo
nuestra ala, a fin de protegerle de todos los males. Aún así, y pese a tener el apoyo de todo el pueblo, y el
amor de nuestros corazones lectores, cometió errores, y sufrió mucho, mucho más
de lo que un chico de su edad debería soportar. Pero, con la misma intensidad
que sufrió, amó, y así empieza la historia de Rick y Liz, unos jóvenes que se
han querido toda la vida y pese a todo.
No voy a entrar en el argumento
de la novela, ya lo ha hecho Dácil, simplemente voy a explicar por qué le he
dado a esta historia la puntuación más baja de toda la saga.
Siempre me había parecido
innovadora la narración de Robyn Carr. Durante sus historias dejaba una puerta
abierta a los otros protagonistas, nos permitía ver como evolucionaban sus
relaciones después de haberse emparejado, y era una gozada. Pero esta vez, he
de decir que se excedió y sólo consiguió que esta novela no obtuviese la
calidad a la que nos tiene acostumbradas.
Cuatro historias de amor en una, ocho personajes, más todos los que hemos ido conociendo durante esta travesía por Virgin River. A groso modo, un capítulo por pareja, y vuelta a empezar.
La historia de Rick y Liz, supuestamente
la principal, pasó desapercibida en medio de una maraña de relaciones. Dan y
Sherry, dos de los vecinos más carismáticos de este pueblo, que se merecían su
propia historia como pareja principal, fueron relegados a un segundo plano. Los
cabos sueltos que dejo en el aire Robyn Carr, no fueron hilillos, fueron del
largo de la trenza de Rapunzel.
No puedo decir que la novela no me gustase nada. Hubo escenas simpáticas, (momentazo Rick versus Dan), otras muy tristes, y en medio de todo ese lío de historias,
mucho amor, y una escritura perfecta; aún así esta novela flojeo, y es un claro
ejemplo de que “Quién mucho abarca, poco aprieta”.
