Tristan ha perdido a su mujer y a su hijo.Elizabeth ha perdido a su marido.Son dos almas heridas que luchan por sobrevivir.Necesitan recordar lo que se siente al querer.Solo así podrán volver a respirar.
Principal de los libros - Chic. 4 de Mayo 2016 / 304Pág. / 18.50€ / 1º Serie Elementos
Nada más leer el argumento de esta novela, tan escueto y
directo, supe que tenía que leerla si o si. Y es que mi vena literaria
dramática, tan sabia ella, tenía claro
una novela con tanto dolor, pérdida y desamparo me tenía que gustar.
Haber leído muchas novelas
de tinte dramático en la que el eje principal, casi siempre, es la muerte de un
familiar no me ha preparado para la intensidad del dolor que viven Elizabeth y
Tristan, pero sobre todo este último.
Tristan perdió a su mujer y a su hijo un año
atrás, desde entonces ha sido incapaz de enfrentarse a su nueva realidad. El
dolor, la desesperación, la angustia y los remordimientos nublan sus días. Poco
después del entierro decidió darle la espalda a sus padres y huir. Tristan
lleva un año intentando reencontrarse consigo mismo pero lo único que ha
logrado ha sido convertirse en un hombre huraño, distante e incluso agresivo.
Un hombre que ha decidido no volver a relacionarse con nadie, la única manera
de no volver a sufrir.
Elizabeth, con ayuda de su
hija Emma, intenta sobreponerse a la muerte de su marido. Tras pasar una
temporada en casa de su madre decide regresar al pueblo, reencontrarse con la
casa y los lugares en los que vivió su historia de amor, enfrentarse a los
recuerdos…
Tras un primer encontronazo
bastante caótico y desagradable Elizabeth y Tristan descubren que son vecinos.
La relación entre ellos es bastante chocante en un primer momento. Elizabeth
intenta convertirse en su amiga, cree que dos personas que sufren tanto, y por
el mismo motivo, podrían hablar de sus sentimientos e intentar apoyarse. Sin
embargo Tristan no quiere dicha relación y se muestra hosco y desagradable con
ella.
La relación entre ambos se
desarrolla de una forma muy lenta. Elizabeth tardará bastante en romper las
barreras que se ha creado Tristan entorno a los demás. Conseguir su amistad es
un paso enorme, pero aparte de esto tendrá que enfrentarse con las habladurías
de un pueblo tan pequeño que tachan a Tristan de loco, salvaje, de ser un monstruo.
Poco a poco, con mucha
paciencia y sobre todo cariño ambos comenzarán a darse cuenta que quizás, sólo
quizás, la vida les está dando una segunda oportunidad para ser feliz. Los
sentimientos que comienzan a nacer en ambos hacen que la situación no sea fácil
y que el pasado regrese continuamente. Se enfrentarán a sentimientos
encontrados, por un lado la esperanza y la ilusión de un nuevo amor, de un
nuevo futuro y por otro el dolor y la culpabilidad. Su historia de amor me ha
encantado, sobre todo porque tiene un comienzo sumamente difícil, no será una
historia rápida ni fácil ya que la propia vida y sus sentimientos les irán
poniendo trabas a medida que se desarrolla.
Me estoy centrando
muchísimo en Tristan y Elizabeth pero no son los únicos personajes de la
novela. Emma, la hija de Elizabeth es una maravilla, como siempre digo los
niños aportan ese punto de ternura y emotividad a las historias, y en este caso
más aún. Sin duda tengo que destacar a Faye, la amiga descarada y excéntrica de
Elizabeth. En una novela tan llena de dolor ella es el soplo de aire fresco,
esa mujer que con sus locuras y ocurrencias logra sacar una sonrisa, no solo a
los personajes, también al lector. A parte de ella está Tunner, amigo de Elizabeth
y su difunto esposo, las familias de ambos y por supuesto los vecinos cotillas
de un pueblo tan pequeño.
Podría estar horas y horas
escribiendo sobre esta novela y creo que no llegaría a plasmar lo que he
sentido leyendo sus páginas. Podría hablaros y hablaros sobre Elizabeth y
Tristan y jamás llegaría a transmitiros lo especiales que son y sobre todo lo
roto que están ambos, el dolor que soportan a diario. Creo que lo mejor es que
lo descubráis vosotros mismos. Si sois
como yo y os gustan las historias dolorosas, esas que leyéndolas sufres, que
sientes que se te desgarra el corazón y va a mil por hora El aire que respira
es vuestra novela. No había leído nada
de este autora pero quiero más YA, y es que ha sabido plasmar de una forma
magistral el dolor y la desesperación, pero no se ha quedado ahí, ha tejido una
historia compleja, muy dura pero también con toques divertidos e ingeniosos,
con personajes complejos pero sumamente especiales y con una historia de amor
maravillosa.
Antes de terminar, esta
reseña que se me está haciendo eterna. Decir que la novela me llegó con una pluma
blanca, como veis en la portada también salen plumas, y en sus páginas también las tenemos.
Dolor, pérdida, remordimientos, desamparo, angustia…esa sensación de no poder seguir respirando sin las personas que hemos perdido y de repente…el aire, las segundas oportunidades, el amor, la aceptación, el perdón, la vida. Una auténtica delicia de historia.
