«Ganar a cualquier precio». Ese ha sido siempre el mantra que la agente deportiva Liz Darnell se ha repetido a sí misma durante toda su vida. Cuando va demasiado lejos y corre el riesgo de perder a su cliente más importante, el jugador de béisbol Gavin Riley, Liz se da cuenta de que va a tener que emplearse a fondo para evitarlo. Aunque lo cierto es que tampoco supone un esfuerzo demasiado grande: a fin de cuentas ha seguido cada movimiento del jugador desde que se fijó en él por primera vez… y no fue de una manera precisamente profesional. Pronto Liz se da cuenta de que Gavin está más que dispuesto a seguirle el juego.
A Gavin no le importa nada caer en las redes de Liz. La desea tanto como ella parece desearle a él. Dispuesto a comprobarlo, decide lanzarle una bola curva para ver lo lejos que está dispuesta a llegar para mantenerlo en su cartera. Sin embargo, el amor comienza a formar parte del partido de manera inesperada y ni Liz ni Gavin están preparados para ese cambio de juego.
Serie: 2º Play by Play
Phoebe, 2 de Marzo 2015 / 304Pág. / 17.95€
En La jugada perfecta me encontré con una historia apasionada, muy sexual pero también tremendamente tierna y romántica, eso fue lo que hizo que me enamorara del estilo de esta autora.
Este mes se ha publicado la segunda novela de la serie Play by Play y le tocaba el turno a Liz y Gavin, personajes de sobra conocidos gracias a la primera novela. Él hermano de Mick, ella su antigua representante y para mí, un personaje bastante detestable en aquella primera historia. Sin embargo ahora tenemos la oportunidad de descubrir a Liz de verdad.
Liz es manager de jugadores de beisbol. Dos de sus mejores clientes son Mick y Gavin Riley, sin embargo Liz estropeó su relación de amistad y de trabajo con Mick inmiscuyéndose en su vida privada y ahora lo ha perdido. Liz se da cuenta que puede estar a punto de perder también a su hermano. Lo que no espera es que la relación con Gavin de un giro tan radical.
La novela comienza muy fuerte, sin rodeos. Gavin lleva un tiempo viendo a Liz de una forma diferente y una noche decide poner las cartas sobre la mesa y seducirla. Liz aparentemente es una mujer fría y calculadora a la que lo único que le importa en la vida es su trabajo y ganar dinero. Sin embargo a medida que transcurre la novela descubriremos la amarga infancia que ha tenido y sobre todo lo vulnerable que es. Liz lleva años enamorada de Gavin. Comienzan una relación basada en el sexo con el fin de divertirse y disfrutar el uno del otro pero el corazón de Liz estaba ya en juego mucho antes de comenzar.
La relación entre Gavin y Liz y es muy apasionada, la historia está repleta de escenas sexuales, pero este no es el punto más importante. Gavin se afana por conocer a la verdadera Liz, no a la que ella quiere mostrar, descubre entonces a una mujer insegura y sensible. Cuando Gavin se da cuenta que sus sentimientos están cambiando no sabe como afrontarlo.
Punto muy positivo, la continua aparición de la familia de Gavin en escena. La animadversión que Mick sigue sintiendo hacia Liz está presente durante toda la historia creando conflictos y malos momentos. Liz tendrá que enfrentarse una vez más a lo que hizo en el pasado. Por otro lado me ha gustado bastante conocer a los compañeros de Gavin así como sus mujeres, que comparten escenas muy divertidas con la pareja.
Reumiendo, Cambiando de juego es una novela fresca y entretenida, con altas dosis de sexo que se complementan a la perfección con una historia de amor sencilla y muy bonita. Unos personajes explosivos y una relación que es puro fuego, todo ello rodeado por el amor por el beisbol y los lazos familiares.
Ahora sólo nos queda esperar por la siguiente novela.
