12 de diciembre de 2014

Ligar es como montar en bici, Brandy Manhattan



Lunes de agosto. Siete de la mañana: bronca monumental con mi chico; ocho y cuarto: me despiden; nueve y media: sorprendo al muy desgraciado con otra. ¿Qué haríais vosotras, eh? A lo mejor sois más valientes y hubierais cogido el toro por los cuernos… pero como allí los únicos cuernos me los habían puesto a mí lo que cogí fue mi maleta de Prada. ¿Que por qué me largué a Londres? Porque tengo la doble nacionalidad y un piso compartido.Pero no esperaba encontrarme a dos compañeras convencidas de que el amor es para locas, débiles o cobardes… ni a un vecino médico que conseguía que mis braguitas se revolucionaran solo con verlo… ni hacerme amiga de Maria, un ejemplo de superación…, ni a su primo, que resultó ser mi actor favorito y que estaba más bueno que comer con los dedos.


No se muy bien porqué me decidí a leer esta novela. A pesar que no soy muy dada a las historias de comedia romántica - no suelen hacerme gracia - necesitaba una historia distendida, divertida  y entretenida.  No había leído ninguna reseña así que llegué a la primera página sin saber qué iba a encontrarme. 

Victoria Adams, si así se llama la protagonista, huye a Londres tras haber encontrado a Luis, su pareja durante más de diez años, con otra en la cama. Quizás debería haberse enfrentado a él pero su madre le enseñó que una señorita no arma escándalos, no eleva la voz, y no suelta tacos...

En Londres la espera un piso a compartir con dos inquilinas escépticas sobre el amor. Ashley, un vecino que la volverá loca de deseo y María una paciente que le robará el corazón. 
La novela ha sido una muy agradable sorpresa, aunque en un primer momento la actitud de Victoria, tan comedida, tan una señorita educada que no levanta la voz me sacó de mis casillas pronto se descubrió como la mujer de armas tomar que verdaderamente es. 

Su estancia en Londres está dominada por Ashley un médico sumamente atractivo con el que coquetea sin cesar pero el que le deja claro - a medias - que lo suyo no pasará de una muy buena amistad. Es entonces en un intento por pasar página y seguir para adelante que Victoria se dedicará a salir de marcha con sus nuevas amigas e intentar triunfar en el arte del ligoteo, algo que no práctica desde hace más de diez años. 

La historia a rasgos generales me ha gustado muchísimo. Creí encontrarme con una novela chick - lit pero nada que ver. Es una comedia romántica que incluso toca temas muy serios como síndrome de Guillain - Barre a través de María, un personaje sumamente entrañable que no sólo roba el corazón de Victoria si no también el de el lector. 

Ahora vamos con la relación entre Ashley y Victoria. Es un continuo tira y afloja, coqueteo desmedido, pasión irrefrenable que en segundos da paso a rechazo y distancia. Durante buena parte de la novela no supe que esperar de estos dos pero una vez que se descubre todo me pareció una historia preciosa. Las continuas pullas y piques entre ellos son muy divertidos y hacen la historia muy ágil y amena. 
No puedo acabar sin destacar la escena de el regreso de Victoria a España para enfrentarse a su ex. Simplemente memorable. 

En resumen he disfrutado mucho con Ligar es como montar en bici. La autora con su narración directa, fresca y desenfadada ha logrado que aflorará más de una sonrisa a lo largo de la lectura. Justamente lo que necesitaba. 
Ahora me quedo con la intriga de saber quién es esa autora española que se esconde tras este nombre...


B Romántica         /         384Pág         /       8.95€

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