18 de noviembre de 2013

Yo te miro, Irene Cao




Si se pudiese capturar el placer, Elena lo haría con los ojos. Tiene veintinueve años, una belleza inocente y descarada y aún desconoce la pasión. Su mundo está hecho de arte y colores, los del fresco que está restaurando en Venecia, la mágica ciudad que la vio nacer. Hasta que encuentra a Leonardo, un chef de fama internacional que irrumpe en su vida y le da un vuelco a su historia de amor en ciernes con Filippo, a la idea que siempre ha tenido de sí misma y, sobre todo, a su manera de vivir el sexo. Porque Leonardo, inquilino inesperado en el palacio en el que ella trabaja, llega para abrir las puertas de un paraíso inexplorado del que solo él posee las llaves. Los secretos de la cocina, de la materia ordinaria que se transforma en sus manos en éxtasis para el paladar, no son los únicos que conoce: Leonardo sabe que el placer es una conquista para todos los sentidos, tiene una forma, un olor, un sabor. Y guiará a Elena, la ayudará a superar sus límites hasta llegar al confín más dulce y extremo de la obsesión. No obstante, hay una condición...

El éxito de la novela erótica continua en su pleno apogeo. En medio de tantísimas publicaciones sobre el género hemos descubierto autoras nuevas que han desbancado a la ya archiconocida E. L James. Nos hemos encontrado con historias frescas, apasionadas, adictivas y con otras no tanto. 
El pasado mes de Octubre Suma publicaba Yo te miro el primer libro de una trilogía que nace en Italia de la mano de una autora desconocida. Irene Cao ha conseguido con esta, su primera novela, ser un todo un fenómeno en su país así como un éxito en ventas. 

En Venecia conocemos a Elena, ella es una restauradora que en ese momento se encuentra restaurando un fresco. Desde el primer instante uno es capaz de hacerse una idea mental de como es Elena, una mujer un tanto introvertida, tímida, a la que no le entusiasma demasiado socializar. El motor principal de su vida es su trabajo, dejando todo lo demás a un lado, incluso las relaciones amorosas. 

Por supuesto necesitamos a un protagonista arrollador, pasional, prohibido... y el es Alejandro. Un chef de renombre que se cruza en la vida de Elena y lo cambia todo. 

La relación entre ellos desde el principio es puramente carnal. El personaje de Alejandro es de  esos con el que tener una relación amor-odio como lectora pero lo cierto es que la autora, para mi gusto, hila muy bien su personalidad así como la historia. 
Alejandro deja claro desde el primer momento su postura, él quiere que Elena descubra el deseo, la pasión, que conozca su propio cuerpo y en definitiva logra desinibirse. No quiere compromisos, en definitiva le encanta su estatus de soltero. 

A diferencia de otras novelas él no es un protagonista obsesivo, posesivo ni maniático. Elena tiene plena libertad de movimientos y sentimientos y esto es algo que agradecer, aunque si bien es cierto que que la induce a hacer ciertas cosas que él desea. 
En lo que si hay un paralelismo con otras obras eróticas es con el pasado de Alejandro, pasado del que no quiere hablar y que le causa bastante desasosiego.

La novela se lee en un suspiro, como digo el personaje de Alejandro me gustó porque esta muy bien definido y no se anda por las ramas. Sin embargo el de Elena es otro cantar, si en un principio su actitud teniendo treinta años sacaba un poco de quicio a medida que avanza la novela esto va a más. 
Elena pasa de desfogarse, conocerse íntimamente y disfrutar a perder un poco su personalidad en función de lo que cree que Alejandro espera de ella. 
No sé si la autora ha querido presentarnos a una mujer un tanto inmadura con la finalidad de ver su evolución en las novelas posteriores, eso espero. 

En definitiva Yo te miro me ha sorprendido gratamente. Una novela donde los sentidos serán los verdaderos protagonistas, con grandes dosis de erotismo y una relación pasional que promete muchas sorpresas. 

Octubre, Suma de letras      /      370Pág.       /       17.95€

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