Gilles Legardinier
Alfaguara
06/02/2013
336 Pág.
18€
En la tercera fiesta de divorcio de un amigo, Julie recibe una pregunta inesperada: ¿«Qué es lo más estúpido que has hecho en tu vida?». Muchas cosas, piensa, tales como intentar arreglar una toma de electricidad sosteniendo los cables entre los dientes, u obsesionarse por su nuevo vecino con sólo ver su nombre, Ricardo Patatras, escrito en el buzón.Mientras se dispone a echar por la borda su trabajo en un banco para atender en la panadería de la señora Bergerot, y se hace cargo del pequeño huerto de su vecina, Julie no vacilará en correr todos los riesgos necesarios para conquistar el corazón de ese vecino tan seductor como misterioso.
Ayer mismo me llegaba por sorpresa esta novela, parece ser que ha sido todo un éxito en Francia donde ha vendido unos cien mil ejemplares.
Sin saber muy bien que pensar de ella me decidí a leer el primer capítulo para hacerme una idea, pero lo cierto es que ya no pude parar hasta terminarla.
Al comienzo de la novela nos encontramos con que Julie, nuestra protagonista, está en una fiesta de divorciado y allí le hacen la pregunta más extraña de su vida ¿Qué es lo más estúpido que has hecho en tu vida?.
Es a partir de ese momento en el que conoceremos un poco el pasado de Julie y su aventura actual, enamorar a su nuevo vecino de nombre Ricardo Patatras.
Desde luego lo primero que pensé de esta historia es que la protagonistas no estaba muy bien de la cabeza. Nos encontramos con una mujer joven obsesionada con su nuevo vecino al que no conoce de nada, pero del que ya piensa que será su marido y padre de sus hijos.
Su obsesión llega a estar horas detrás de la mirilla de la puerta para verlo pasar o de quedar su mano encajada en el buzón para fisgonear sus papeles.
Me lo he pasado en grande con Julie, sus historias y sus anécdotas me han creado una mezcla de vergüenza ajena y comprensión pues en algunos de los casos creo que todas podemos sentirnos identificadas, pues se comenten muchas tonterias cuando nos enamoramos - encaprichamos de alguien.
Mañana lo dejo es una historia muy cercana, tanto Julie como sus vecinos, como los trabajadores de la panadería del barrio, todos son personajes cotidianos así como sus conversaciones y eso logró que me sintiera muy cómoda leyéndola.
El estilo de Legardinier me ha resultado fresco, ámeno y sobre todo muy divertido. Ha creado unos personajes y unas escenas con las que es imposible no tener una sonrisa en la boca casi permanentemente.
Sin más sólo me queda decir que Mañana lo dejo ha sido todo un descubrimiento, una de las historias de amor más reales que he leído aderezada con mucho humor y situaciones caóticas.
He mirado y sé que el autor tiene otras novelas publicadas así que sólo me queda esperar que la editorial apueste po él.
De resto recomendar a todos esta lectura. Adictiva, entretenida, fresca e hilarante, ¿se puede pedir más?
