Los jueves en el parque, Hilary Boyd

Junio 2013
Plaza & Janés
336 Pág
17.90€

Jeanie tiene sesenta años, una casa bonita, su propio negocio,una hija casada y una encantadora nieta de dos años. Aunque enapariencia lleva una vida cómoda y tranquila, la verdad es quesu matrimonio con George es aburrido y totalmente predecible.Hasta que un día conoce a Ray. Cada jueves, cuando acompañaa su nieta al parque, se encuentra con este atractivo abuelo quejuega con su nieto. Empiezan hablando de los niños y acabanexplicándose la vida.Las conversaciones de los jueves en el parque son cada vez másimportantes para ambos y, poco a poco, Ray y Jeanie se dan cuenta de que se han enamorado. Pero ¿tiene derecho a abandonar lo que ha sido su vida durante treinta años y a destrozar a su marido?¿Sería una locura a su edad arriesgarlo todo para perseguir un nuevo amor?

Hoy vengo con otra novela de corte sentimental, ya sabéis que me encantan así que no puedo resistirme. 

En esta ocasión me he embarcado en una historia algo más madura y compleja. Jeanie está a punto de cumplir sesenta años, su matrimonio con George está prácticamente muerto para ella pero continua por su hija, por su nieta, por la vida en común construida con tanto esfuerzo y cariño. 
Jeanie lleva todos los jueves a su nieta al parque y allí un día conoce a Ray otro hombre que pasa tiempo con su nieto. Aunque en un comienzo la relación es totalmente inocente poco a poco Jeanie comienza a sentirse atraída por ese hombre, a sentir el deseo, la ilusión, en resumidas cuentas se vuelve a enamorar. 

Lo complejo de la historia no es tanto que Jeanie se enamore estando casada sino más bien los impedimentos que la hacen dar rienda suelta a esos sentimientos. Jeanie tiene miedo de fracasar, de que ese amor sea pasajero y dejar tras de si el dolor y la ruptura de su matrimonio y su familia. 

Los jueves en el parque me ha gustado mucho, a pesar de tratarse de una pareja madura creo que cualquier persona que la lea puede llegar a sentirse identificado, no sólo por el matrimonio monótono y aburrido, también por la relación madre - hija y en definitiva las escenas cotidianas que nos presenta la autora. 

Los personajes, la hija y el marido durante buena parte de la historia no me gustaron. Trataban a Jeanie como una anciana que debía abandonarlo todo y trasladarse al campo a pasar sus últimos años y cuidar de sus nietos. Impensable cuando ella se sentía activa y con ganas de hacer mil cosas. Ese continuo empeño casi obligado de retirarla causaba una gran ansiedad en la protagonista. 

La historia de amor entra Jeanie y Ray en cambio es preciosa, tierna e intensa. Ya no son dos  chiquillos que tienen toda la vida por delante sino dos adultos con un pasado complejo en el caso de Ray y feliz en el de Jeanie. Todos los jueves se cuentan su vida, sus sentimientos, sus anhelos, el tiempo perdido y lo que esperan del futuro. 

En definitiva, una historia de amor madura llena de miedos e incertidumbre pero también de ilusiones renovadas, ternura y ganas de darle una segunda oportunidad al amor. 

Una semana en invierno, Maeve Binchy

Mayo 2013
Plaza
368 Pág.
17.90€

Stoneybridge es un pueblecito de la escarpada costa de Irlanda que recibe gran cantidad de turistas en verano y fuera de temporada se queda prácticamente vacío. Pero los alrededores no están desiertos del todo, porque en Stone House, un viejo y precioso hotel sobre el acantilado, hay un grupo de huéspedes muy variopinto que durante una semana de invierno disfruta de su cocina espaciosa y cálida, de la chimenea de leña y de los elegantes dormitorios. Y aunque casi nadie es capaz de resistirse a los encantos del lugar, pocos son quienes conocen su historia, y menos aún la historia de su amable anfitriona Geraldine Ryan,Chicky, para todo el mundo.

Hace unos años me topé por casualidad con un libro de esta autora Bajo el cielo de Dublín y a partir de ahí fue adoración. 
Me encanta la forma de narrar de Binchy, su estilo tan cercano y emotivo y sobre todo la manera que tiene de trasladar al lector a donde quiera que ubique sus novelas. 

Una semana en invierno nos traslada a Irlanda, a un pequeño pueblo a orillas de un acantilado: Stoneybridge. 
En el primer capítulo conoceremos a Chicky, una joven con un futuro anclado al pueblo que decide apostarlo todo, ponerse en contra de su familia y marcharse a Dublín con Harry un joven que llega al pueblo a veranear. 
Chicky  pasa casi dos décadas fuera, sólo regresa a su pueblo una semana cada invierno y es en una de esas visitas donde la dueña de una gran casona le propone que la transforme en un hotel rural. 

A pesar de lo que pudiera parecer en un primer momento la novela no se basará solo en la historia de Chicky, aunque los primeros capítulos si sean destinados a ella. Binchy ha creado una historia compuesta por capítulos destinados a personas distintas. Personas con un sólo denominador común: el hotel en Stoneybridge. 

Es así como conocemos a Rigger, un  joven problemático que ve la posibilidad de enmendar su futuro trabajando en el hotel.
A un gran actor de cine frustrado a causa de la edad y que siente que está a la deriva en la vida. 
Una joven pareja de médicos que no sabe cual es su lugar en el mundo...

Binchy nos presenta a personajes muy complejos, la mayoría con historias duras, con pasados traumáticos que necesitan un descanso, ver la vida con claridad, y que mejor que en un sitio tan apartado como ese. 
Sin duda Chicky es la base de todo, el centro, el ancla.

Una semana en invierno es una novela emotiva, muy sentimental. Una novela donde Binchy nos relata a través de muchas historias los valores morales y situaciones cotidianas. Amor, amistad, desesperación, desesperanza, dolor, bondad, agradecimiento y esperanza... son muchos los sentimientos plasmados en cada uno de los pequeños relatos que conforman el libro. 

No puedo sino elogiar una vez más la narración de Binchy, Una semana en invierno es una historia que se lee de una sentada, que te transporta directamente a ese pequeño pueblo costero de Irlanda y en el que casi todos los personajes logran hacerse un hueco en tu corazón. 

La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker

Junio 2013
Alfaguara
672 Pág.
22€

Quién mató a Nola Kellergan es la gran incógnita a desvelar en este thriller incomparable cuya experiencia de lectura escapa a cualquier tentativa de descripción. Intentémoslo: una gran novela policiaca y romántica a tres tiempos−1975, 1998 y 2008− acerca del asesinato de una joven de quince años en la pequeña ciudad de Aurora, en New Hampshire. En 2008, Marcus Goldman, un joven escritor, visita a su mentor −Harry Quebert, autor de una aclamada novela−, y descubre que éste tuvo una relación secreta con Nola Kellergan. Poco después, Harry es arrestado, acusado de asesinato, al encontrarse el cadáver de Nola enterrado en su jardín. Marcus comienza a investigar y a escribir un libro sobre el caso. Mientras intenta demostrar la inocencia de Harry, una trama de secretos sale a la luz. La verdad sólo llega al final de un largo, intrincado y apasionante recorrido.

El verano, esos meses en los que hago mil planes y sobre todo pretendo bajar mi lista de pendientes vertiginosamente. Pero me ha pasado lo de todos los años, el calor invita a salir, playa, piscina, terraza, fiesta...cero estar en casa y cero leer. 
A esto debo sumarle que no me apetece nada la temática romántica en este momento y es por ello que me aventuré con ese libro que tanta relevancia ha tomado estos meses, La verdad sobre el caso Harry Quebert. 

¿Qué tiene la novela para que haya cosechado tanto éxito? Desde fuera, llevar un millón de ejemplares vendidos, derechos de traducción vendidos a 33 países y ser número uno  en Francia, a parte de haber ganado algunos premios. 
A parte de todo esto tan rimbombante y que a mi personalmente me importa bien poco a la hora de leer una novela, me encontré con un argumento bastante atrayente. Pero vayamos a la trama.

Conocemos a Marcus Goldman un escritor de muchísimo éxito que  ha visto como su inspiración ha desaparecido. La editorial lo acosa y lo amenaza con demandarle si no entrega su segundo libro en los siguientes meses. Pero Marcus tiene el síndrome de la página en blanco, es incapaz de escribir. 
Es por ello que decide abandonar Nueva York y trasladarse a Aurora, un pequeño pueblo donde reside Harry Quebert, otro escrito de éxito y su gran y único amigo. 

Allí, aunque nunca se lo hubiera imaginado, es donde su vida da un giro. Se destapa un secreto que ha permanecido guardado más de treinta años. Un secreto sobre la desaparición de una joven de quince años, Nola y la relación que su mento, Harry, tuvo con todo el suceso. 

A partir de ese momento comienza una lucha contrarreloj por parte de Marcus para desvelar la verdad y salvar a Harry de la justicia que pretende llevarlo directamente a la silla eléctrica. 
Marcus se siente continuamente en una encrucijada, entre lo que pensará la gente de él por defender al que todos creen culpable de la desaparición de la adolescente y entre lo que el realmente cree.

No le quito mérito a Dicker, ha construido una novela muy buena, con unos ingredientes fantásticos. La historia

es intensa y trágica, como lectora me he sentido sumergida y totalmente confusa pues nunca supe muy bien por donde iba a salir el autor para desentrañar toda la trama. 
Hay multitud de personajes, gran parte de la población de Aurora es parte activa de la historia y cada uno aporta su granito de arena. A parte de eso conoceremos la historia de Nola y Harry en varios bloques, 1975 siendo ellos los protagonistas directos y 2008 ya en forma de recuerdos. 

A pesar de que me ha gustado mucho y he acabado francamente satisfecha tanto con la historia como con el autor pero creo que para darle ese 5/5 perfecto me ha faltado agilidad. La novela consta de casi 700 páginas de las cuales, para mi gusto, sobre 200.
La historia comienza con una ritmo bastante bueno pero hacia la mitad el autor comienza a dar vueltas sobre lo mismo continuamente, si unos capítulos atrás conocemos algunos pasajes de la historia de Harry y Nola de mano de los propios protagonistas cuando se traslada la historia al 2008, y en forma de recuerdos, se nos vuelve a relatar exactamente lo mismo en un claro copia/pega. 
Esto hace que en ocasiones el ritmo de la lectura decaiga estrepitosamente. 

Esto es sin duda lo que más me ha disgustado de la historia. Una historia que por otro lado es muy interesante, compleja y enrevesada, donde es muy complicado ponerle cara al culpable. El autor logra darle continuas vueltas de tuerca y sorprender. 

En definitiva, La verdad sobre el caso de Harry Quebert me ha resultado una novela muy entretenida y recomendable para los amantes, como yo de esos thiller psicológicos donde el autor juega claramente con el lector. 

Doce años y un instante, Anna Casanovas

Ediciones B
328 Pág
15€

Sebastián Nualart cometió un grave error en su adolescencia, y a causa de ello su familia tuvo que mudarse a Cádiz para que empezase de cero. Fueron tiempos difíciles, pero después de recuperar el cariño de sus hermanos y conocer a Cecilia, Sebastián pensó que el sacrificio había valido la pena.Pero el pasado no ha quedado atrás, y la mejor noche de su vida acaba por convertirse en un infierno. Sebastián se ve obligado a huir de nuevo, esta vez mucho más lejos y con la certeza de que no podrá regresar jamás. Doce años más tarde, Cecilia es una mujer fuerte y decidida, que no está dispuesta a ceder ante el hombre que la abandonó sin darle la menor explicación. Pero Sebastián ha estado esos doce años luchando por volver a verla, y ni ella ni nadie van a impedírselo.

Tras haber leído dos relatos cortos de la autora estaba decidida a leer una novela suya, y que mejor que comenzar con su última obra publicada, Doce años y un instante. 

Casanovas me ha sorprendido con una historia dura en su esencia. Tenemos a Cecilia y Sebastián, enamorados desde su adolescencia han vivido doce años separados. 

A lo largo de buena parte de la historia no sabemos que pasó que desencadenó que Sebastián abandonara Cádiz y se marchara a Chile sin siquiera despedirse de Cecilia pero lo que queda claro es que la ama profundamente y que todo los pasos que da en la vida para progresar lo hace para poder volver a ella. 

Ambos personajes me encantaron, Sebastián por su lucha constante y por la fe inquebrantable que tiene en el amor que ambos se tuvieron doce años atrás, un amor que el sabe que jamás ha muerto. 

Cecilia por su parte es una mujer que ha sabido salir adelante a pesar que la marcha de su amor de juventud la marcó profundamente, sobre todo en su relación con los hombres. 

La historia entre ellos es preciosa. Muy dura, sobre todo tras el regreso de Sebastián, ya que ello hace renacer el dolor y la rabia de Cecilia. Poco a poco comenzarán los reproches, las discusiones y las preguntas. 

Pero también ese despertar de un amor muy profundo que ha estado dormido. 

Por si todo esto fuera poco la autora se interna en relatarnos una enfermedad muy grave, y las relaciones familiares entre padres e hijos y hermanos. Muchas de ellas complejas. 

De personajes secundarios tendría muchísimos por nombrar porque todos son muy carismáticos. Me encantaron los hermanos tanto de Sebastián como de Cecilia, al igual que la madre de esta. Pero sin duda tengo que destacar a Cano, su mejor amigo, un hombre profundamente enamorado que por un error perdió al amor de su vida. 

He quedado muy satisfecha con este primer contacto más amplio con la autora. He necesitado un poco más de agilidad entre los protagonista, en algunas ocasiones me ha dado la sensación que se daban muchas vueltas sobre el mismo tema. 

Doce años y un instante es una novela dura  pero intensa. Una historia de separación y reencuentros, de segundas oportunidades y esperanza y sobre todo una historia donde se demuestra que si el amor es real supera cualquier barrera. 

El sol de Argel, Esther Gines

Aunque lo parezca no pensaba cerrar por vacaciones pero lo cierto es que entre las fiestas de pueblo y de playita todos los días no he leído absolutamente nada así que no he podido actualizar. 

Esta reseña la subí por error hace una semanas. 
Formaba parte de la Lectura conjunta que organizó Albanta en su blog Adivina quien lee.

Ediciones Carena

Matías tiene treinta años y una vida prometedora, pero decide suicidarse. Martín, su gemelo idéntico, desconoce qué lo condujo a actuar de esa manera. Desorientado e incapaz de pasar página, emprende una acelerada investigación que cambiará su forma de entender la estrecha relación que los unía. Convertido casi en un detective, se sumerge en los últimos meses de la vida de su hermano para encontrarse con un Matías desconocido. ¿Con quén se citaba en un antiguo edificio? ¿Quién es M., esa misteriosa persona de la que él nunca oyó hablar y que alteró la existencia de Matías?

Matías y Martín son dos hermanos gemelos idénticos que siempre habían tenido una estrecha relación. De niños vivían como si fueran uno solo, sentían lo del otro, enfermaban al mismo tiempo y no soportaban estar separados. 
Sin embargo ya de adultos la cosa había cambiado, cada uno tenía su vida independiente y en los últimos meses su relación era distante.

Martín comienza a tener sueños extraños con su hermano y una noche en medio de uno de esos sueños sus padres lo llaman para comunicarle que Matías había muerto. 
A partir de ahí y de conocer que su hermano se ha suicidado Martin se sumerge en una vorágine en busca de la verdad. Nadie entiende porque se suicidó Matías y el conocer la verdad es algo que obsesionará a su hermano hasta las últimas consecuencias. 

La autora nos intenta contar en esta novela muchísimas cosas. Por un lado la impotencia y desesperación que sufre una familia de una persona que se suicida, una persona que no ha dado señales salvo la de estar más hermética en los últimos meses. 
Por otro lado el poco conocimiento que podemos llegar a tener de las personas que tenemos a nuestro alrededor. Quiero decir, muchas veces creemos conocer a nuestros familiares o a nuestros mejores amigos pero la realidad es que todos somos extraños, nadie jamás llegará a conocernos íntimamente.

Esto queda patente en el caso de Matías, ni su pareja, ni sus padres, ni su hermano ni ese misteriosa M. con la que pasaba tanto tiempo conocieron jamás a Matías y por lo tanto jamás intuyeron el trágico desenlace que tendría su vida. 

La historia me ha gustado mucho, la autora sabe mantener en vilo al lector en busca de la verdad, la verdad sobre el suicidio y sus razones y la verdad sobre quien es M.
Lo que he notado en la historia es que a la autora le ha faltado agilidad, la narración es bastante lenta en muchas ocasiones, se dan muchos detalles y la historia, para mi gusto, necesita más agilidad, más frescura. 

Al final, llega un momento en la vida en el que todos somos extranjeros de nosotros mismos. 

El sol de Argel es una novela intensa en sentimientos, dura en momentos, emotiva en otros pero sobre todo el la búsqueda de la verdad, de la identidad y del conocimiento.  

Reseñas:
Juntando más letras
Leer es viajar
Lo que leo y punto
Entre hilos y encinas
Adivina quien lee