Rebecca Makkai
Maeva
320 Pág
17.90€
Lucy Hull, una joven resignada a trabajar como bibliotecaria de libros infantiles en un remoto pueblo de Missouri, ayuda habitualmente a su lector preferido - Ian Drake, un niño de diez años obsesionado con la lectura - a escoger libros a escondidas de su madre, una mujer autoritaria que pasa por la censura todo lo que el niño quiere leer. La inercia existencial de Lucy la lleva a tener una vida de pocas emociones, hasta que se topa con un dilema moral cuando conoce el plan que ha preparado Ian para escapar del control de su madre.
Hace unos días os dejaba la entrada de la lectura conjunta de esta novela. Para quien aún quiera apuntarse está a tiempo ya que dura hasta el próximo 22 de Octubre.
Beleth de Book Eater ha sido la primera en subir su reseña y creo que me voy a repetir un poco en algunas cosas que ella ha dicho porque estoy totalmente de acuerdo.
Cuando leí el título de está novela me esperaba una historia de un niño devorando libros, obviamente. Es más en las primeras páginas viendo a Ian en la biblioteca llegue a recordarme a mi misma cuando era pequeña y pasaba todas las tardes después del colegio encerrada en la biblioteca devorando libros.
Sin embargo esto enseguida dió paso a otra historia que poco tiene que ver con el título.
Enseguida nos daremos cuenta que la historia en realidad gira en torno a la relación entre Ian, un pequeño muy especial al que muy poca gente entiende y su bibliotecaria, Lucy. En torno a esto el argumento lo descubre casi todo así que hay poco que contar.
Me centro ahora en lo que me pareció la historia. Hasta las cien primeras páginas la novela me entretuvo bastante, quizás porque estaba a la espera de que comenzará la parte de "devorar libros" y poco después curiosidad por saber hacia donde giraba esa historia.Ya después de esas cien páginas no puedo negar que la historia se me hizo bastante cuesta arriba. La autora se comienza a adentrar en el pasado familiar de Lucy. Su infancia, el pasado de sus padres, sus abuelos...y sinceramente esto poco o nada me interesaba.
Como también ha comentado Beleth en su reseña ya la parte final remonta un poco esperando saber como la autora va a resolver la situación tan complicada de Ian y Lucy. A mi el resultado no me dejó del todo satisfecha, creo que la autora en esa parte metió el acelerador buscando acabar la historia de una vez. Esperaba otra cosa.
Me quedo con la sensación de que la autora no nos ha descubierto del todo a Ian, un personaje que creo que hubiera dado mucho más de sí y por el que a veces se pasó de puntillas. Tanto su historia personal como el tema con sus padres.
En cambio de Lucy si se hace un retrato bastante personal y profundo.
En definitiva, El devorador de libros no ha sido lo que yo me esperaba. Creía que me iba a encontrar con una novela repleta de libros, con un niño obsesionado e inmerso en la lectura, y aunque no puedo negar que esta tiene importancia en la historia no ha sido como yo esperaba.
Ha sido entretenida a ratos, interesante pero no tan profunda y adictiva como yo la esperaba.
