Noe Casado
Esencia
Septiembre 2012
400 Pág.
15.90€
Olivia quiere dar un giro a su monótona vida y buscar nuevas experiencias. Ella ansía vivir una aventura y liberarse de los cánones establecidos. Pero en el pequeño pueblo de Burgos en el que reside no abundan los hombres.
La oportunidad de dar rienda suelta a sus fantasías se le presenta cuando aparece Thomas, un inglés estirado y prepotente al que ella no soporta, pero por el que se siente tentada y atraída.
Las cosas se complican hasta tal punto que lo que iba a ser un apacible mes de agosto termina desembocando en un tormentoso y ardiente verano, en el que tanto Olivia como Thomas descubrirán que nadie es lo que parece...
Con esta portada no es de extrañar que lo primero que se le venga a una a la cabeza es que Treinta noches con Olivia es una más de las novelas salidas tras el boom erótico del momento.
En los primeros capítulos podremos conocer a un Thomas frío, estirado que lleva una vida de millonario ordenada y perfecta y huye de todo lo que tiene que ver con su traumático pasado y sobre todo con lo relacionado con su padre.
Es por eso que cuando se le comunica que tiene que trasladarse a Burgos por un tema de herencia intenta evitarlo por todos los medios, aunque es imposible.
Allí se encontrará con Julia y Olivia, familiares de su padre y con las que tendrá que convivir durante algún tiempo...
No sé que esperaba al leer esta novela pero lo cierto es que me ha decepcionado bastante. Creo que el tema está bien planteado ,aunque no es nada novedoso, pero las formas han fallado y mucho.
Soy consciente de que muchos de nosotros hablamos mal, yo soy la primera que a lo largo del día puedo soltar muchas palabrotas pero de ahí a que me guste ese tipo de lenguaje en un libro es un trecho muy grande. Y esto es algo que ya me ha pasado con varias autoras españolas y que he comentado más de una vez en el blog. Entiendo que quizás se piense que de esa forma se llega mejor, o se es más cercano pero a mi una lectura en esas condiciones me incomoda muchísimo, no puedo disfrutar de la historia.
Sobre todo este punto se lo adjudico a la hermana adolescente de Thomas, Julia. Una chica de lo más insufrible que solo sabe insultar y dar fe de su enorme inmadurez. Aunque en tema de inmadurez podemos meter a los protagonistas tranquilamente.
Muchas de las escenas entre ellos son absurdas, infantiles y que a mi particularmente me han sacado de quicio.
Olivia y Thomas creo que no son personajes que lleguen al lector, al menos en mi caso. Una, quizás demasiado lanzada a ratos y remilgada en otros que en realidad no sabe que quiere hacer con su vida y va dando tumbos y creando situaciones ridiculas para calmarse.
Thomas, creí que iba a avanzar a lo largo de la historia pero lo cierto es que sigue siendo el mismo inglés estirado y faltón del comienzo...
Tampoco puedo decir que la relación de "amor" salve la historia porque esta deja bastante que desear.
Creo que no puedo decir mucho más sobre la historia, está bastante claro que ni el entorno ni los personajes han calado en mi lo más mínimo y en cambio me han entorpecido bastante la lectura.
Quizás con otro planteamiento se pudiera haber salvado la novela, pero en estas condiciones...imposible.
